Pero qué clase!

Hay varias cosas bonitas al enseñar a los demás cómo cocinar, por un lado sentirse capaz de explicarles a los demás, sentirse orgulloso de que la gente ve en uno, alguien en quien confiar para pedir consejo, sentirse feliz de inculcar ese amor que uno tiene por la cocina y otra de las cosas es, hacer perder el miedo que mucha gente tiene al acercarse a la cocina.  Esto es un puñado, del montón de cosas que uno siente al dar clases.

Pero, como todo en esta vida, nada es igual siempre, ni la gente es igual siempre, entonces cuando estamos en esto de la enseñanza pues nos topamos con cualquier cantidad de personas, de las que incluso aprendemos.

Están las señoras que van a una clase y siempre quieren ser las que saben todo, con ellas paciencia, porque finalmente, se sienten orgullosas de sí mismas y no hay nada mejor que una persona que está segura de lo que hace.

Está el grupo de amigos, que de todos no se hace uno, y que lo último que hacen es poner atención a la receta.  Pero se ríe uno con esta gente.

Y están otros casos particulares, que son muy vacilones y que uno disfruta, generalmente cuando uno enseña informalmente, es casi un análisis psicológico de la persona y sobre esa base uno puede comenzar a trabajar.

Me pasó hace poco cuando estaba yo enseñando improvisadamente a hacer un cheesecake y lo divertido fue, quebrar algunos paradigmas porque el "alumno" es de esa gente que todo lo necesita tener medido, calculado, re calculado y re medido.  Y me divertí mucho pues el problema era que, en la oficina existían todos estos utensilios y herramientas de medida pero en la casa no.  Y cuando no hay algo... hay que trabajar con lo que se tiene.

Eso sí, recuerden, que todo en la cocina es práctica y si a la primera no salió algo pues, ya tendremos otras oportunidades, porque de los errores... se aprende.   Y en este caso, tuvimos un error, se nos pasó de cocción el cheesecake pero aquí les va la receta.

Cheesecake Improvisado con topping de cranberries

Ingredientes para un molde de 10 porciones

1 concha de galleta preparada

1/2 lata de leche condensada

2 barras de queso crema Philadelphia

2 huevos

2 cdas de harina

1 cdta de vainilla

Topping

1 caja de cranberries

1 cda de azúcar

1/2 taza de jalea de fresa

1/2 limón (jugo)

Preparación

En una licuadora poner todos los ingredientes del cheesecake y licuar hasta obtener una mezcla homogénea.  Llenar el molde hasta 3 cuartos de su capacidad (este fue uno de los errores) porque va a crecer, si lo llena todo, se puede derramar.

Lleve al horno a 300°F por unos 30 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo, este salga limpio.

Para el topping, en una olla pequeña coloque el azúcar con una cucharadita de agua, luego los cranberries, hasta que estos se pongan de un color rojo más vivo, en este momento, agregue la jalea y cocine hasta que comience a hervir, y deje refrescar.

Cometemos errores pero es porque somos humanos finalmente.  Disfruten!

Pura laif - JP