Mal de italia

"Cuidado con lo que uno pide, porque se puede hacer realidad"... eso dice el dicho, casi como sentencia de muerte.  Y uno va de necio y no hace caso, hasta que se lleva el guevazo.

Y cuando vi una noticia un día en un periódico de un restaurante italiano que se veía "de lujo" pues naturalmente quería irlo a visitar.  Y aquí comenzó la historia.

Cuando alguien preguntaba, adonde ir a cenar "uy podemos ir a Tal* lugar, se ve muy chuzo".

Pasaba por el frente y veía esas letrotas y pensaba "un día de estos tengo que venir"

Y así comencé a jalar con la mente el lugar, hasta que un día de estos, unos amigos me invitaron a cenar, simplemente porque sí, así que yo debía escoger el lugar y ellos me invitaban.  Yo pensé en 2 y un adicional, Tin Jo, Esquina de Buenos Aires y Tal lugar.  Los dos primeros, simplemente me fascinan, mucho por el ambiente y todo por el menú.  Pero bueno, mis amigos finalmente me dicen "nosotros no conocemos ese otro, podríamos ir a ese entonces"

Íbamos de camino, todo muy bien, vacilando.  Nos llama uno de ellos que ya estaba ahí:  "tienen que venir, me ganaron. Acaban de darme un coctel de bienvenida y unas boquitas para comenzar".  Claro, yo pensaba, "sí! excelente, este lugar va a ser todo lo que había pensado"

Y lamentablemente no lo fue, yo me sentí un poco mal porque el servicio era muy bueno, el muchacho muy amable, el lugar es acogedor y moderno, las sillas, mesas, los individuales de cuero, todo muy bonito.  

Ahora que lo pienso, no me gustaban las candelas cuadradas con cinta navideña.  Me pareció raro que la cámara de postres estuviera pelada y abajo estuvieran unos vinos.  No era como tan minimalista la cosa.  

Para mi los problemas fueron varios, una pasta tan tostada que se quebraba, no había opción de comer con cubiertos.  Un queso pasado de cocina, o algo, algo pasó ahí, se supone que el mozarella se deshace, se ve lindo, brillante, derretido, este se veía seco, como cuando se tuesta mucho la lasagna porque nos pusimos a hablar paja por teléfono.  Los demás ingredientes eran imperceptibles.  El carpaccio de salmón venía con cebollino, y talvez eso tiene que ver con mi gusto, pero para mí eso no iba, el cebollino es muy fuerte de sabor.

En fin, salí aguevado del lugar, y yo solo pensaba "es tan fácil dar algo rico, si tan sólo la gente le pusiera un poquito de ganas, acharita lugar, ya me deseaba yo tener un lugar así".  Y es que los precios no eran como que regalados, entonces, no era como que yo estaba pidiendo langosta en una soda de pueblo.

*Tal lugar no merece ser mencionado

Y una por otra, aquí les paso una receta, rica, fresca, rápida, de unas bruschetas capresse.  Y estas sí están ricas.

Bruschetas capresse

Ingredientes para 4 personas

1 bollo de pan tipo europeo (ciabatta uso yo)

1 tomate mediano

10 hojas de albahaca

100 gr de queso mozarella en cubos pequeños

Sal gruesa y pimienta

2 cdas de vinagre balsámico

Aceite de oliva

Preparación

Corte el pan en rebanadas de menos de una pulgada, coloque en una bandeja y agregue sal, pimienta y aceite de oliva.  Ponga en el horno y dore.

En una olla con agua hirviendo, deje caer el tomate y cuente 1 minuto, retire del agua y pase por agua fría, quite la piel con las manos, parta en gajos y elimine las semillas.  Pique en cubos pequeños.

Tome todas las hojas y monte una sobre otra, enróllelas y pique en tiras delgadas.

En un tazón, mezcle el tomate y el queso, agruegue aceite de oliva y vinagre balsámico, monte sobre el pan y coloque la albahaca encima.

Un poquito de Italia...

Pura laif - JP